Hace unas horas Javier Bardem ha recibido el Óscar al mejor actor secundario. Sin duda, un gran triunfo. Pero Bardem ya había triunfado mucho antes, justo cuando consiguió lo que quería: ser actor.
Creo que todos queremos triunfar en la vida, tanto en lo personal como en lo profesional, pero el significado de la palabra triunfo es diferente para cada uno. ¿Te has preguntado alguna vez qué significa para tí triunfar como actor o como actriz?
En algún momento de tu vida tomaste la decisión: quiero ser actor. Algo te había invadido por dentro, no sabías muy bien el qué era, pero te empujaba hacia un escenario. Posiblemente mucha gente te miró como un bicho raro, “¿Quieres ser actor? Ya se te pasará”. Incluso algunos amigos te recomendaron que te hicieses funcionario o que te buscases un trabajo de oficina de 9 de la mañana a 7 del tarde. Ya sabes… algo seguro.
Pero no, tú lo tenías claro: “quiero ser actor, quiero hacer lo que me apetece”. Buscaste una escuela, te formaste, participaste en obras de teatro, fuiste a cástings, colaboraste en algunos cortos, te hiciste un book,… Eran los inicios, nada fácil, todo desconocido. Tuviste que buscar otros trabajillos para poder pagarte los estudios e ir sobreviviendo.
Todavía había gente que te miraba extrañada. Sin embargo, otros empezaron a confiar en tí, incluso asistían a tus obras, veían tus cortos y les ilusionaba que tú estuvieses allí.
Poco a poco acabaste tus estudios de arte dramático. Superaste una época de tu vida que ya no se repetiría. Ahora ya no tienes excusas, ya no puedes decir que eres estudiante de arte dramático.
Porque ahora ya eres ACTOR.
Copyright 2008 – Jesús Antón Escudero – Todos los derechos reservados – Prohibida la reproducción total o parcial de este texto en cualquier medio sin el consentimiento expreso y por escrito del autor.
[download=13]